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6 La música como recurso auditivo y la redacción en positivo

  Ejercicio :  IDENTIFICACIÓN DE LA MÚSICA COMO RECURSO AUDITIVO   

Lenguaje auditivo
Apreciación musical

Cada equipo responderá la pregunta de reflexión a tiempo que conoce la cultura universal a través de la música como recurso auditivo en la comunicación.


Melodía
Autor
Reflexión
1
O Mio Babbino Caro
Música de cuerdas, chelo y orquesta.
Giacomo Puccini
¿Qué produce la música en el ser humano?
2
Master Class (2008) Música de tambor, raga hindú.

Ravi Shankar y  Jean Pierre Rampal

¿Cómo se integran los distintos instrumentos en un  ejercicio musical?

3
River of Light
Danubio  Azul
Música de madera de viento.
Johan Strauss Jr. / interpretada por Faryl Smith
¿Cómo escribir letra para una melodía?

4
Séptima sinfonía
Beethoven
Soundtrack de la película El Discurso del Rey
¿Qué es un Coach en Comunicación?

5
Huapango
José Pablo Moncayo
¿Con qué imágenes representas a la Patria?

6
Pompa y Circunstancia #1 y 4 Música de metal (Land of Hope and Glory) (Last Night of the Proms 2012)
Edgar Elgar
¿Cómo la música puede motivar a la matria sin ser un himno nacional?
7
La Marsellesa
Berlioz
¿Cómo la música puede motivar a la matria?
8
Finlandia

Jean Sibelius
¿Qué te provoca la música  y las imágenes que la ilustran?
9
Sinfonía no. 5 op. 95, para el Nuevo Mundo 


¿Cómo observar la majestuosidad de la naturaleza  y desarrollar la observación?
10
El Cisne
del Carnaval de animales
Camile Saint-Saens
¿Cómo desarrollar la habilidad de escuchar? 
11
Meditación en Thais
Jules Massenet
¿Cómo desarrollar la habilidad de análisis?
12
Himno a la alegría
Beethoven
Flashmob

Observa la reacción del público 






Ejercicio :  REDACCIÓN EN POSITIVO DE LA LETRA DE UNA MELODÍA 

Lenguaje auditivo
Redacción

En equipos seleccionarán una canción para redactar en positivo un mensaje. 
Al realizar el análisis de contenido de la canción original los participantes podrán observar la importancia de las melodías en la cultura. 

En negativo 

Tú me dices que no es cierto
que te mueres por mí
si es verdad que no te gusto
no te acerques así
me dijeron que te encanta
que se mueran por ti
buscando al que se enamora
 para hacerlo sufrir.

Si me dices que me amas
no te voy a creer (no)
tú me dices que me quieres
y no puedes ser fiel (no)
me dejaste manejando
solo y triste mujer (no)
te confieso si lo quieres saber,
si lo quieres saber.

Traicionera, no me importa
lo que tú me quieras
mentirosa, solo quieres que de amor me muera
traicionera, en mi vida fuiste pasajera
mentirosa, no me importa
que de amor te mueras.

Ohh, ohh
Mentirosa, no me importa que de amor te mueras

Sigues bailando reggaeton, ton, ton
y no te importa para
 nada lo que sienta el corazón
solo te importa el pantalón, lon, lon
y se te nota desde lejos tu maléfica intención
y mira no es tan fácil
enamorarme nunca fue tan fácil
cuando estas cerca de mí no es fácil
y es que la vida se volvió difícil
Sólo por ti.

En positivo

Tú me dices que es cierto
que me amas mí
si es verdad que te gusto,
 ven acércate a mí.
Me dijeron que te encanto
que te invite a salir;
voy a ver si te enamoro
para hacerte feliz.

Si me dices que me amas
yo te voy a creer (si)
Si me dices que me quieres
Yo te voy a ser fiel (si)
Me dejaste enamorado
ya te quiero volver a ver (si)
Te confieso que te amo,
 si lo quieres saber.

Amada mia, correspondo
que tú me quieras.
Amorosa, eres más bella que una rosa
Verdadera, en mi vida fuiste mensajera
Amorosa, la vida contigo
 es hermosa.

Ohh, ohh
Amorosa, la vida
 la pintaste de rosa 

Sigue bailando con pasión, on, on
Haz palpitar mi corazón
sólo te importa mí amor, amor,
y se te nota desde lejos
tu bondadosa intención
y mira que es muy fácil
enamorarse de ti
Cuando estas junto a mi todo es fácil
y es que mi vida se volvió perfecta
sólo por ti.



Para conocer más sobre los recursos auditivos hemos reproducido el capítulo cuarto de Introducción al lenguaje audiovisual. (Martínez, G., 2017, Universidad de Sonora).

4. El código sonoro y la audiografía

Desde la perspectiva del lenguaje audiovisual en el conocimiento de los mecanismos que estructuran la narración audiovisual no se separa a la sonografía  y la audiografía como objetos de estudio diferente, porque el ser humano usa códigos distintos para interpretar flujos de información de orígenes diferentes pero para hacer eso no altera en absoluto su base perceptiva.

No importa de donde provenga la información, de un medio de comunicación o  de otro ser humano, el receptor sigue escuchando con el mismo sistema auditivo y sigue mirando con el mismo sistema visual. Lo que varía es el tipo de empaquetamiento informativo en función del medio utilizado, pero jamás cambia el sistema de reconocimiento de formas del público receptor. 

Con respecto a la imagen el texto sonoro puede cumplir las mismas funciones de anclaje, relevo o contraposición que veíamos en el texto escrito.

Los textos sonoros normalmente realizan la función de anclaje, sirven para hacer de guía en la interpretación del público: seleccionan unos significados y desechan otros. Los textos sonoros son los que habitualmente realizan la función de relevo, pues acompañan a la imagen y le dan vida, son transmitidos en compañía de ella y en consonancia con ella para formar un lenguaje audiovisual.

Una de las principales razones por las que se incluyen diálogos en lugar de texto escritos es para que el público no tenga que leer en la pantalla más de lo estrictamente necesario.  La conjunción del sonido propio de medios audiovisuales como el cine, el video y la televisión puede ser un factor motivador frente a la combinación de imagen y texto escrito que tiende a asociarse.

Las narraciones, diálogos y comentarios junto con la música constituyen los componentes sonoros fundamentales del lenguaje audiovisual. Existen también sonidos varios de ruidos, efectos especiales, de muy corta duración para asociar a transiciones, movimientos de objetos, etc.

En cuanto a las relaciones del sonido con el texto escrito, es habitual que exista una redundancia para facilitar la comprensión. La incorporación plena del sonido dentro del lenguaje audiovisual contribuye con la imagen a dar una sensación de realidad, a recrear una situación, un ambiente, un estado de ánimo, una emoción.

Mientras que los sonidos ambientales y el diálogo tienen como principal función la representación de una realidad, la música que se incluye en el documento audiovisual en muchos casos no se supone parte de la realidad representada, sino de la representación, y suele tener como función implicar mental y emocionalmente al espectador en la situación representada. Puede fácilmente comprobarse la importancia de la música ambiental o de fondo en la construcción del mensaje seleccionando una serie de imágenes (fijas y/o en movimiento) y combinándolas con músicas diversas. Veremos cómo, en cada caso, y dependiendo de la música, que es lo único que cambia, se sugieren interpretaciones distintas de las imágenes, aun cuando éstas no sean muy abstractas ni polisémicas.

Cuando la música es parte de la escena suele verse la fuente que la produce y suele utilizarse para informarnos de los gustos de alguno de los personajes, y de la época y el lugar donde se sitúa la acción. Es muy habitual en cine pasar de la reproducción de una música determinada como algo que ocurre en una escena  a utilizar esa música para ambientarlas. 

4.1 El espacio sonoro en el contexto audiovisual

La percepción del espacio sonoro se rige por una serie de leyes perfectamente diferenciadas de las del espacio visual y, lógicamente, el conocimiento de estas leyes puede transformarse en un instrumento muy útil en el contexto de la narración audiovisual.

En el contexto audiovisual, la posibilidad de dominar los mecanismos que rigen la percepción del espacio sonoro es una aportación esencial que nos permite construir y dominar artificialmente las percepciones auditivas  espaciales de nuestra audiencia, sin que sea necesario que exista en el universo referencial el espacio que debería generarlas. La posibilidad de acusmatizar los sonidos que nos da la tecnología del audio, sumada a las posibilidades de manipulación técnica de la intensidad, de la reverberación[1] y de direccionalidad,[2] nos permiten controlar con eficacia la reconstrucción de cualquier tipo de efectos acústicos espaciales.

Ciertas formas sonoras actúan como índices sígnicos que nos remiten a una determinada configuración espacial donde están ubicadas las fuentes sonoras que estamos escuchando. Y, por otra parte, la tecnología audiovisual nos permite generar y manipular  artificialmente formas sonoras que están relacionadas con el espacio.

La consecuencia inmediata de estas dos observaciones  es la posibilidad de generar espacios sonoros virtuales en la mente de nuestros receptores, que actúan con una extraordinaria fuerza realista. En suma, partiendo de un conocimiento detallado del tipo de alteraciones acústicas que producen en el sonido determinados obstáculos y volúmenes, es perfectamente posible reconstruir artificialmente la sensación espacial. Y también de inducir ciertos estados de ánimo en el espectador, lo que nos lleva preguntarnos ¿qué más ocasiona los sonidos en nuestro organismo?

4.1.1 Fuentes de Sonido
Encontrados dos tipos de fuentes de sonido: directo e indirecto.

El sonido directo es captado en el momento mismo de la grabación, a través de los diálogos y el sonido ambiente, en el momento mismo en que se producen. En ocasiones no se utiliza el sonido directo debido a que trae algunas desventajas; sonidos innecesarios y ruidos molestos. Su principal ventaja es se registra simultáneamente con la imagen cinematográfica o videográfica para mantener el mismo pulso de sincronía. Otra forma es grabar el sonido sin importar la imagen y resincronizarlo posteriormente.

Existen tres tipos de sonido directo:

Sonido natural tomado al azar    Es aquél que proviene de una fuente real.                 
                                                      Por ejemplo: el ruido de la ciudad.

Sonido natural seleccionado       Su fuente también es real, pero se escoge especialmente para reproducirse posteriormente en el momento que y las veces que se requiera, no es una imitación. Por ejemplo: viento, tormenta, lluvia, relinchos, ladridos, etc.

Sonido atmosférico realista        Se selecciona de entre los sonidos naturales para sugerir un ambiente particular y real.                        
                                                      Por ejemplo: aviones, armas de fuego, automóviles, etc.     
El sonido indirecto, es aquél que es captado del medio ambiente por separado para unirse a la producción posteriormente. De esta manera puede corregirse y modificarse hasta conseguir el sonido más perfecto. 

Los tipos de sonido indirecto son:

Sonido fantástico                         Es una distorsión deliberada de la realidad para estimular la imaginación a través de asociaciones.

Sonido abstracto                    Es el sonido que estimula ideas y emociones sin referencia a los sonidos naturales. Los pensamientos de quien escucha lo llevan a una interpretación personal.

4.1.2 Funciones del sonido
Las funciones del sonido constituyen herramientas que nos ayudan a realizar una buena ortofonía al integrar  los recursos sonoros. Estos elementos componen la imagen auditiva  o sonora y pueden desempeñar una o varias de las siguientes funciones:

Factual               Cuando comunica algo directamente (un discurso).

Ambiental         Establece una ubicación (ruidos de automóviles que sugieren una escena en la calle).

Interpretativo Cuando evoca pensamientos, sentimientos, ideas, etc. (el sonido de un trombón que imita una risa burlona). 

Simbólico           Cuando usa símbolos de asociación para indicar lugares, estados de ánimo, acontecimientos, etc. (el sonido largo de la sirena que denota un bombardeo).

Imitativo           La imitación de un movimiento o acción de un sujeto (el tic-tac para indicar que se acerca la hora señalada).

Identificativo   Cuando se asocia a gentes o acontecimientos particulares (leitmotiv, tema musical para identificar a un personaje o escrita especialmente para él o ella).

Recapitulativo Recuerda sonidos ya conocidos o presentados con anterioridad.

Conectivo          Liga escenas, hechos, etc. (Véase Puente musical).

De montaje       Sucesión de sonidos ordenados para lograr un efecto dramático o cómico, por ejemplo: las notas del Gordo y el Flaco.

4.2 ¿Cuál es la esencia del sonido?

El sonido es un puente entre la acústica[3] y la percepción, el resultado de percibir auditivamente las variaciones oscilantes de algún cuerpo físico, normalmente a través del aire, pero también de otros cuerpos elásticos[4] como la tierra y el agua.

En términos generales, el origen de un sonido siempre es la vibración (dentro de la gama de frecuencias y amplitudes capaces de ser percibidas por el oído humano)[5] que sufren los cuerpos cuando se les aplica una fuerza. Esta vibración empuja rítmicamente las moléculas de otros cuerpos físicos que lo rodean generando a su vez vibraciones en ellas. Cuando estas vibraciones llegan a nuestro oído las percibimos como un sonido. En suma, el fenómeno sonoro es la percepción de las oscilaciones rítmicas, normalmente, de la presión en cuerpos elásticos, y que han sido estimuladas por otro objeto físico vibrante que actúa como fuente de emisión.

Definimos pues a la recepción del sonido como: el resultado de percibir auditivamente variaciones de algún cuerpo elástico, normalmente a través del aire.

Es importante tener en cuenta que la percepción del sonido no se realiza exclusivamente a través del aire. Así el sonido puede llegarnos, por ejemplo, a través de la vibración de nuestro propio cuerpo. Éste es el caso de la percepción que tienen las personas de su propia voz.

Todo aquel que habla percibe su propia voz como una calidad sonora distinta a como la oyen los demás. Una experiencia reveladora es cuando escuchamos por primera vez nuestra voz grabada. De pronto, uno se da cuenta que no se reconoce así mismo. Y se vuelve todavía más desorientador cuando otras personas que han escuchado también esa grabación nos aseguran que el aparato está reproduciendo con total fidelidad el sonido y que, efectivamente, uno suena así de raro para todos los demás. 

Otra forma relativamente habitual de percibir la influencia del medio que transmite las vibraciones sonoras en la percepción del sonido es comparando como suena algo con los oídos dentro del agua, o pegando un oído en el piso.

Una primera diferencia básica imprescindible desde el punto de vista audiovisual es la de distinguir entre sonido y fuente sonora.

La moderna tecnología de audio nos permite tratar el sonido como un fenómeno que es posible empaquetar, separar y reproducir de forma completamente independiente del objeto físico que lo generó. En consecuencia,  a pesar de que sonido y fuente sonora tienen entre sí una relación evidente, es necesario tratarlos como conceptos separados.

Definiremos fuente sonora como: cualquier objeto mientras está emitiendo un sonido. Y a cualquier sonido que aislamos físicamente o con instrumentos conceptuales, acotándolo para que sea posible estudiarlo de forma sistemática y precisa, le llamaremos objeto sonoro.

Como conceptos vinculados al de objeto sonoro, aunque de menor nivel, podemos hablar de suceso sonoro y de forma sonora.

Un suceso sonoro es cualquier sonido acotado en el tiempo.[6] Definiremos forma sonora como cualquier sonido identificable y reconocible a través de alguna forma de sus características acústicas.

Pensemos, por ejemplo, en la sonorización cinematográfica de una batalla. En este tipo de escenas auditivas es frecuente acumular y suponer numerosos objetos sonoros que componen el escenario auditivo de la batalla queden completamente disueltos (enmascarados) en una mezcla múltiple y confusa que, en realidad, los hace completamente inaudibles pero están presentes.

Cuando se trabaja, por ejemplo, en sonorizar una persecución, resultaría útil saber exactamente a qué diferencia tonal ha de estar la melodía que subraya la acción dramática, del tono medio de cada uno de los efectos sonoros, para que el ruido no enmascare la música. De este modo, sería posible conseguir con rapidez y eficacia que ambos sistemas sonoros fuesen audibles llegando a una mezcla equilibrada y natural.

Los efectos sonoros con frecuencia son  sonidos compuestos altamente enmascaradores.

Otro concepto extremadamente familiar y poco concreto en el ámbito de la comunicación auditiva es el de ruido. Se utiliza el término “ruido”  para nombrar algo tan vago como cualquier sonido no deseado, desagradable e inarmónico; también se emplea la palabra ruido para hacer referencia a los efectos sonoros, es decir, a los sonidos que no son de origen verbal, ni musical. Es decir, una clase concreta de formas sonoras cuya especificidad es, justamente, la de no tener características acústicas definidas.

4.3 Mecanismos de escucha

En ocasiones oímos un sonido pero no se le prestamos atención; en otras escuchamos algo con gran esfuerzo pero no necesariamente se llega a oír bien. Del mismo modo, podemos reconocer el sonido de la voz de alguien conocido sin comprender lo que se dice; o comprender perfectamente lo que se dice sin llegar a reconocer quién es el propietario de aquella voz.

Shaeffer[7] establece cuatro mecanismos de escucha que se  integran a un modelo de vinculación del proceso perceptivo y el proceso cultural: oír, escuchar, reconocer y comprender:

Oír                      Éste es el primer nivel de audición, el más simple. Supone sencillamente recibir información a través de nuestro sistema auditivo. Cuando recibimos sonido sin prestarle atención activa es cuando estamos oyendo, nuestra atención permanece en un estado pasivo.


Escuchar         Supone prestar al sonido una atención activa con voluntad de identificarlo o interpretarlo, que tiene como objetivo extraer de él una información determinada que nos interesa por alguna razón.

Reconocer       Supone identificar su forma y asociarla a una fuente sonora. O bien, supone encontrar dentro de nuestra memoria auditiva una forma sonora similar a la escuchada que nos da la clave de ésta que ahora estamos escuchando. Esta última sería la clave, por ejemplo, del reconocimiento  de las formas sonoras de la lengua. Es necesario diferenciar entre el reconocimiento, que es simplemente identificación de una forma, de la producción de sentido a partir de esa forma sonora que hemos reconocido.

Comprender   Es obtener la información final que buscábamos en el sonido con el acto de escucha. Supone desarrollar una interpretación que se apoya previamente en la escucha y el reconocimiento.


En el marco del lenguaje audiovisual se asocian muy a menudo recursos sonoros e imágenes para conducir la interpretación  que ha de hacer el espectador del total de información. En estas situaciones, el oyente comprende el sentido de cada forma sonora mediante la influencia mutua sonido-imagen (audio-video, imagen sonora-imagen visual).  Así, la música asociada a determinadas secuencias visuales se utiliza para subrayar  la situación crítica de la acción, para expresar la sensación de angustia de un personaje o para  explicar la gran energía que genera una máquina. Con fines similares se emplean los sonidos naturistas.

Cuadro 17.     Modelo de los mecanismos de escucha
                     Diseño: Vicente Castellanos  (2002)


Comprender  es ir más allá de la identificación de la forma y de la fuente, es producir un nuevo nivel de sentido a partir de aquello que estamos oyendo y observando en función del contexto perceptivo y de nuestra propia experiencia.

La aplicación del modelo de los mecanismos de escucha para explicar los procesos  de creación de sentido sonoro en el marco de la comunicación audiovisual resulta, entonces, mucho más fértil que la aplicación de los modelos lingüísticos y semiológicos. Este modelo inserta el discurso lingüístico en su contexto sonoro real, que es mucho más amplio y complejo que el escrito/literario, permite explicar cómo se crea sentido a partir de las formas sonoras primarias, y permite explicar, además, cómo se vinculan estas formas primarias con las formas sonoras culturales en un único sistema expresivo multidimensional.

4.4  La imagen sonora
El sonido es también imagen, imagen sónica o acústica. La mayoría pensamos que las imágenes sólo son visuales, sin embargo abarcan todos los sentidos y los tipos de “recuerdos sensoriales”, el recuerdo de un sonido o una voz, el olor de un lugar, el sabor anticipado de un alimento especial. Las imágenes están burbujeando en nuestra conciencia, y motivan mucho de lo que hacemos.

Las imágenes se pueden estimular desde el exterior, por ejemplo cuando se ve una película o un programa de televisión o se pasa frente a una barda publicitaria, o pueden surgir espontáneamente, cuando se sueña o se tiene una inspiración repentina.

Las imágenes inducen reacciones fisiológicas y psíquicas: aceleran  el pulso, evocan recuerdos, inspiran visiones. Algunas palabras se experimentan en forma de imágenes: agua, hogar, madre. Otras se trascienden a sí mismas. Las llamamos “arquetipos” cuando van asociadas a conceptos abstractos como bondad o maldad, o cuando resuenan en nuestro interior profundo, como si apuntaran a los misterios más profundos de la vida.

El lenguaje sonoro sugiere una visión, es decir crea una imagen sonora con ayuda de la mezcla armónica de un conjunto de elementos denominados recursos sonoros.

Todos los elementos que hemos visto permiten construir, si están debidamente combinados, imágenes acústicas. La utilización de estos recursos puede servir para estimular la imaginación del oyente.

4.4.1 ¿Qué son los sistemas sonoros?
El medio auditivo privilegia el universo de la logosfera, esto es, de la palabra-sonido frente a la palabra-escrita o grafosfera. El lenguaje hablado en la radio y otros soportes auditivos remiten al universo de la oralidad, donde la imaginación del receptor es necesaria para dotar de sentido al mensaje, estimulando su imaginación, gracias a los paisajes sonoros que forman parte del mensaje auditivo. Abraham Moles[8] habla de la existencia de tres sistemas sonoros bien diferenciados:

1.   El proceso secuencial del discurso hablado; basado en símbolos “acústicos”: los objetos sonoros de la fonética.
2.   Los sistemas “acústicos”, que reproducen una imagen acústica concreta del desarrollo sonoro de un acontecimiento.
3.   La música, que se presenta como un caso particular de comunicación “no figurativa”, constituida por elementos abstractos.

4.4.2 El sistema semiótico auditivo 
         
Balsebre expone un esquema general que describe en toda su complejidad lo que podría denominarse el sistema semiótico auditivo.[9]

A entender podemos observar que los recursos sonoros más importantes son: la palabra, la música, los efectos de sonido, el silencio y el montaje.


Cuadro 18.     Sistema semiótico auditivo
Adaptación libre a la presentada por Balsebre.

4.5 La palabra hablada

La palabra hablada es el elemento principal del lenguaje sonoro, podemos prescindir de los otros elementos y aun así formular un mensaje claro y emotivo. Sin embargo, la palabra es insustituible como factor de coherencia del mensaje sonoro.

La voz es un instrumento de interpretación de la palabra, quién se dirige al público, a través de un medio auditivo, debe estructurar su mensaje sin recurrir a la mímica o al lenguaje corporal. Así, quien habla o lee debe obedecer a un determinado ritmo y cadencia, de esta forma se evita la sensación de que quién habla está leyendo un texto.

La entonación refuerza o modifica el sentido literario de las palabras a través del timbre, el tono, la intensidad y cantidad de la voz. Por ello, para la interpretación de los textos se requiere:

         Inflexión de la voz, es decir, saber manejar los tonos al hablar.
         Matizar la voz es utilizar la intensidad para hablar suave o fuerte.
         Al cambio de estado de ánimo se le llama transición de la voz.
         Para lograr mayor dramatismo y suspenso a la lectura, se requiere de hacer las pausas y silencios necesarios.
         Los diálogos y parlamentos no se deben leer íntegramente a una misma velocidad. La velocidad varía de lenta a rápida según lo exija el parlamento.
         Lo que da a un texto la intención de la interpretación es la correcta acentuación de las palabras y frases.
         El ritmo de lectura debe permitir atraer al público y que éste no pierda el interés por el tema.

La voz, dice María Cristina Romo,[10] representa lo más significativo del ser humano porque es la palabra hablada la que nos ayuda a la codificación de la idea que deseamos transmitir a otros. Tiene las siguientes cualidades: tono, timbre intensidad y cantidad.

Tono                    Es la mayor o menor elevación del sonido producido por la rapidez de la vibración de las cuerdas vocales. De la mayor rapidez de vibración resulta un sonido más agudo, por ello  la voz de un hombre es grave y la voz de una mujer es aguda.

Según el tono las voces pueden ser clasificadas en: agudas, centrales o graves. En la voz femenina la más aguda corresponde a la soprano y en los hombres al tenor.  Las voces centrales son la mezzosoprano y el barítono. Las voces graves en las mujeres son las contraltos y en los hombres los bajos.

Timbre               Aun  cuando  las  personas tengan un tono de voz  igual  a  muchas más, las voces se diferencian por el timbre que es la personalidad del que la usa o la calidad diferenciadora del mismo.

El timbre es producido por lo que se llama “los armónicos accesorios” que posee cada ser humano y que le permiten diferenciar su voz.

Intensidad         Depende del volumen y de la cantidad de aire que se utiliza para difundir la voz.

Cantidad            Es  la duración de un  sonido emitido que se propicia de la calidad del mismo.

Estas cualidades, además del uso, las inflexiones y la intención, nos permiten hacer una clasificación de las voces:[11]

Voz aguardentosa  Nada armoniosa, bronca, similar a personas con problemas sociales o psicológicos (borrachos o viciosos).

Voz argentina    Es muy clara y sonora, de timbre agradable, similar a la de los galanes y primeras damas.

Voz atiplada        Es una voz chillona, de afeminado o chismosa.

Voz cálida.-          Es melodiosa, armónica y melosa, similar a las de mujeres frívolas y hombres conquistadores.

Voz campanuda  Es una voz severa, majestuosa y enérgica. Indica absoluta seguridad en sí mismo y asciende sobre los demás, similares a la de hombres de mundo y aventureros o mujeres enérgicas y maduras.

Voz cascada         Es opaca, carece de fuerza y sonoridad, similar a la de los ancianos.

Voz dulce              Connota ingenuidad, candor y timidez, como quien implora y suplica, similar a la de hombres tímidos o mujeres candorosas.

Voz blanca           Similar a la voz infantil o de jovencitas.

Voz de trueno     Es la voz fuerte y dura, una voz gruesa que llena todo el espacio acústico y domina la escena, similar a quien da órdenes.

Como podemos observar, la voz no es igual en todas las personas y es aquí en donde se pone de manifiesto las características del individuo, englobándose en ellas tanto las constitucionales, anatómicas como anímicas.

Desde un punto de vista didáctico la voz se puede clasificar por sexo, tesitura y timbre.

Por sexo        La  voz de mujer se halla condicionada por las características anatómicas y fisiológicas propias; la laringe de la mujer, presenta unas medidas que oscilan entre 3.6 cm. de altura, 4.3 cm. de anchura y un diámetro antero-posterior de unos 2.6 cm.; y la longitud de las cuerdas vocales se sitúa entre 1.5 y 2 cm. La mujer canta una octava más aguda que el hombre.

        El hombre, tiene una laringe de mayor tamaño, situándose esta entre los siguientes parámetros; una altura de unos 4.9 cm. y otros tantos de anchura y un diámetro antero-posterior de unos 3.5 cm. Las cuerdas vocales tienen una longitud entre 2 y 2.5 cm. El hombre canta a una octava de diferencia por debajo de la mujer.

Por tesitura    Se clasifica la voz de acuerdo a su amplitud tonal. Es en la amplitud tonal adecuada, en la que el cantante se mueve a su comodidad sin apurar las notas extremas, en el que sitúa el conjunto de sonidos, en los que la voz se adapta mejor, en que el cantante se siente cómodo sin ningún tipo de fatiga.  

Durante el siglo primero, según escritos del orador romano Quintanillo, se clasificó la voz de acuerdo a su la calidad –dulce, áspera, sonora, clara, etc.– y su la cantidad –grande, mediana y pequeña.

 Fue la en el renacimiento, con el canto coral, cuando se inicia una clasificación, de las voces en:

Voz
De hombre
De mujer

grave

bajo

contralto

media

barítono

mezzosoprano

aguda

tenor
grave

soprano
dramáticas
agudo
líricas
ligero
ligeras

Por timbre  Po Po      En el caso de la voz humana, el timbre, en parte depende, del tipo de cuerdas vocales del individuo, de su modo de vibración, y de las cajas de resonancia. Una voz no puede servir para interpretar toda la música existente, toda voz tiene y debe ser conocedora de sus limitaciones.


4.6 La Música
El segundo elemento del lenguaje sonoro es la música. Establece sin decir palabra alguna el lugar, tiempo y estado de ánimo; ayuda a intensificar la acción, a establecer la ambientación y principalmente a realizar cambios de escena. Considerada como la arquitectura del sonido, se distingue ocho fines primordiales de la música como recurso sonoro:

         Factor de ambientación de una época.
         Elemento de caracterización de personajes y secuencias.
         Fijador de ritmo interno de la narración.
         Definición psicológica de secuencias (humorísticas, tristes, épicas).
         Narración del “tiempo” del relato.
         Antecedente o rúbrica de situaciones.
         Sutura, encadenamiento y transición.
         Elemento protagonista por sí mismo, en primer plano, cuando la acción lo requiera.

4.6.1 Función gramatical de la música

En el vocabulario del lenguaje sonoro la música tiene ocho funciones gramaticales: de identificación, cortina, puente, ráfaga, golpe tema, leitmotiv [12], y de salida o cierre, Emilio Cisternas[13] las explica así:
  
Rúbrica de entrada  También llamada de identificación, apertura o introducción de programas o series.

Cortina musical        Similar a la función de un telón en un teatro, separa un acto de otro, aquí separa una parte de otra del discurso, cuando se expresan ideas diferentes, cuando la acción se traslada de un lugar a otro; cuando hay transcurso de tiempo, podría compararse con un punto y aparte. Para ello se emplea un fragmento musical, previamente escogido, que no debe pasar de los diez segundos de duración y tiene que estar de acuerdo con el tipo de programa.

Puente musical          Su función es unir escenas, acciones o ideas. En teatro sería el apagón de luces que permite el cambio de cuadro o escena. El puente podría ser el punto y seguido en una narración. Es una especie de intermedio musical al que se le da más importancia que a la  cortina.

Se emplea generalmente para sugerir un transcurso largo de tiempo entre una escena y otra o para insinuar que la acción se transporta a un sitio diferente al anterior. El puente se aprovecha al disminuir su volumen para enmascarar los párrafos de narración y puede también anticipar la escena siguiente cuando se mezcla con la escena de esa escena. Su duración tiene un promedio de veinte segundos.

Ráfaga                         Es  una  especie de  puente  que  une pero su diferencia radica en que el corte es muy rápido y casi siempre repetitivo en su estructura melódica. Su duración se estima en unos cuatro segundos.  La ráfaga vendría a ser una especie de punto y coma.  Se  utiliza para reforzar un diálogo que define una situación, o para llamar dinámicamente la atención del auditorio. Por lo general, se emplea en noticiarios para  enlazar una noticia con otra.

Golpe musical              Es como un signo de exclamación que realza el momento clave en la acción. Lo que pretende es remarcar y hacer sobresalir una parte de la trama.

Tema musical          Una  melodía o una canción se convierten  en   tema musical que identifica a un personaje o a una producción en la medida que se emplee para ello, con la salvedad de que nadie antes la haya empleado con el mismo fin.

Leitmotiv                    Es un tema musical compuesto especialmente para una producción o un personaje, por ejemplo: la banda sonora de las películas y los temas musicales de telenovelas. La fanfarria muchas veces sirve para este fin, se trata de un fragmento de música de instrumentos de percusión y metales para anticipar escenas heroicas o situaciones festivas.[14]

Música de salida      Tiene   como   fin   recordar   al    auditorio   la  trama de la producción de la película, serie o programa y motivarle a que la identifique. Puede ser la misma música de la entrada o una variante de la misma.

4.6.2 La música y sus representaciones
La música se emplea en sustitución de un sonido virtual o real; la sublimación de un ruido o un grito que, poco a poco, se transforma en música, o para subrayar un movimiento o ritmo visual o sonoro. La música tiene un valor en la profundización de la impresión visual a la que se añade claridad y lógica a la producción.

Dentro de las representaciones de la música encontramos: la representación gramatical, la expresiva o de significación, la ambiental, la reflexiva y la  descriptiva.[15]

Representación gramatical   Es cuando la música actúa como signo de puntuación para separar las partes de un texto, para unir, para servir de transición de un tema a otro. A esos segmentos musicales se les conoce como cortes o inserciones.

Representación expresiva o de significación
Como     definición     psicológica    de secuencias la música logra duplicar la sensibilidad del espectador, poniéndole en un estado de relajación, mientras que la partitura configura diversos climas emocionales o “atmósferas sonoras”.
La música puede ser, según la escena o momento, humorística, melancólica, épica, dramática, de suspenso, alegre, romántica, vivaz, misteriosa, etc.

Representación ambiental      Es la música que  se recrea dentro de una escena: la banda que ameniza un acto político, la orquesta que acompaña una boda, etc. Es  cuando recrea el ambiente de un lugar junto con los efectos sonoros apropiados para situarnos en él: por ejemplo, para crear el ambiente de un restaurante se emplean sonidos de trastes, murmullos y una melodía ligera.

Representación reflexiva   Se presenta en el momento que nos hace recapitular sobre lo dicho o visto previamente.

Representación descriptiva    Surge cuando nos remite y describe el lugar o nos ubica en una época precisa y específica. A diferencia de la representación ambiental, aquí la música juega el papel principal. Por ejemplo, si queremos situarnos en algún país nada mejor que utilizar un tema musical representativo, por ejemplo: un tango argentino, un vals austriaco, o música de marimba para Centroamérica. Así como la música sacra nos hace penetrar en un tema religioso y una marcha nos transporta a un relato bélico.

4.6.3 Una breve clasificación de la música
  Para su estudio podemos dividir a la música en popular y de concierto.[16] De la primera retomemos sólo aquellas clasificaciones más relevantes:

Música popular                    Es la música que nace del pueblo. Tiene muchos estilos que han ido cambiando según el contexto y la cultura de donde surge. Por ejemplo, en la música popular mexicana encontramos el bolero, la canción ranchera, el son jarocho, etc.

Música comercial                Cuando la música popular se industrializa pasa a ser comercial. También encontramos aquí la música que se escribe para anuncios publicitarios o propagandísticos de radio y televisión y puede tener la forma de: jingle,[17] cover,[18] o canción.

Música folklórica                 Es música popular antigua, creada y desarrollada por las culturas autóctonas de cada región. Por ejemplo, la música que acompaña la danza del venado.

     Dentro de la música de concierto, podemos acercarnos a partir del período histórico del que proviene:

Música medieval                  La Edad Media comprendió desde el siglo V al XV, pero para efectos musicales las obras más antiguas que se consideran en este período fueron  compuestas  entre los años 1150 hasta el 1450. Por lo general, son melodías anónimas.

Música renacentista          Compuesta durante el período que comprende entre el 1450 al 1650.

Música barroca                    Data de entre 1600 y 1750, su nombre está asociado a la complicada arquitectura de la época. Un período, relativamente corto, en el que este tipo de música sufrió un cambio; dejó de ser barroca, pero todavía  no era claramente clásica, se le conoce como rococó o preclásico.

Música clásica                      Es la música de concierto que fue escrita entre 1770 y 1830.

Música romántica               Su período abarcó de 1830 y 1930.

Música moderna                 Surge a partir de 1930 y cubre todo el siglo XX.

Música contemporánea    No tiene un tiempo definido históricamente, sino es aquella de nuestro tiempo presente.

4.6.4 Proceso de composición musical

En una producción audiovisual la música tiene un proceso de composición que es similar a la escritura cuando pasa de manera uniforme de una idea a otra musicalmente.

El primer paso es la fase de composición de los temas. Un tema principal, la sinfonía de apertura, se puede integran instrumentos musicales autóctonos para tratar de crear sonidos folklóricos muy específicos que pueden haber sido parte real de la trama. Hay todo un componente melancólico y dramático que expresa los problemas y desafíos de los personajes, lo atemorizante pasa de lo triste a lo esquizofrénico, pero también se pueden resaltar con la música aspectos bellos y agradables.

Se busca lograr la clase de música de percusión vibrante, fuerte, pues para funcionar la música compite con los efectos de sonido. Ambos son dos elementos que compiten para cumplir una misma función. A medida que transcurre la trama se descubre el sentido del tema y se vuelve más emocional.

Hay una yuxtaposición de imágenes, efectos de sonido y música, y eso es más poderoso para crear situaciones emocionales. Musicalmente siempre se tiene este cambio de foco.

Crear la música para productos audiovisuales es expresar que sientes frente a algo imaginado. Un mismo tema musical se puede ejecutar desde diversos ritmos. La letra puede estar escrita de acuerdo a la textura de las voces de los personajes y de los intérpretes y coros. Los directores trabajan de distintas maneras, con los compositores buscan cuánto se puede manipular y moldear una pista de música, aun estando en el estudio de grabación, nada está definido. Se trabaja en equipo para contar una historia.

Pues la música siempre está ligada a la emoción, de la misma manera que la actuación de un actor al compositor también se le dirige durante la ejecución para hacer de esta algo más emotivo y moldear las interpretaciones.

El diseño de sonidos para una producción puede volverse una tarea enorme y compleja. Al ver el resultado, por ejemplo de una película, el sonido se materializa misteriosamente, pero no se hace solo, no se graba en escena con micrófonos, sino que cada elemento que se escucha debe ser recreado por partes, esa una pieza interesante de la postproducción.

Mucha acción es en exteriores, por ello se graban en el mismo sitio (por separado) la mayor cantidad posible de sonidos. Se busca el rango dinámico y el alcance del sonido real, sin embargo, cuando no se puede grabar se imita.

Lo más difícil desde la perspectiva del diseño de sonido es una escena de acción y todo el sonido a su alrededor, de ser demasiados los sonidos se anulan por lo que se busca crear espacios de silencio. Se retira todo el sonido. Ese momento de silencio tiene un poderoso impacto sin tener que ser fuerte. Se obtiene ese contrate dinámico que intensifica la acción

Lo último, en la postproducción se realiza  la mezcla de sonido; se unen los diferentes elementos: la música , los efectos de sonido, la grabación del diálogo , los espacios de silencio. De esta manera se crea la banda sonora de la producción audiovisual. 

4.7  Efectos de sonido

Los efectos de sonido (SFX, sound effects) son el tercer  elemento del lenguaje sonoro. Por lo general, cualquier elemento de sonido diferente de la música o la voz se considera como un efecto de sonido. Balsebre propone una definición para este concepto:

Conjunto de formas sonoras representadas por sonidos inarticulados o de estructura musical, de fuentes sonoras naturales y/o artificiales, que restituyen objetiva y subjetivamente la realidad construyendo una imagen.[19]

Su uso adecuado mejorará el mensaje, de lo contrario puede hacer que parezca trillado, torpe, y fuera de contexto.

Hay dos buenas razones para utilizar efectos de sonido: 1) para ahorrar tiempo y palabras, y para dar ambientación. Un efecto de sonido, que dura unos cuantos segundos puede crear la imagen deseada. 2) Para inyectar dramatismo, reforzar su mensaje y captar la atención de su auditorio.

Por lo tanto, en los programas dramáticos es un elemento indispensable. Tiene como finalidad ambientar situaciones, complementarlas e ilustrarlas. Ayudan al público a desarrollar su imaginación y visualizar las imágenes sonoras. Su fuerza surge de la asociación visual que el ser humano hace cuando escucha un sonido. Los efectos sonoros pueden establecer el lugar, el escenario, el tiempo y el ambiente psicológico.

Los efectos sonoros se incorporan a la producción auditiva para otorgarle más realismo y dinamismo. No se trata de utilizar todos los sonidos que hay en una escena, sino los necesarios para ambientar y que el receptor se dé  cuenta de lo que está pasando y de dónde están situándolo. Tampoco es necesario reproducir fielmente todos los ruidos de un escenario y al volumen en que se presentan, basta seleccionar algunos sonidos y establecerlos a un tercer o cuarto plano.

Los efectos o ruidos, son emisiones sonoras producidas por los cuerpos o artefactos: el beso en la mejilla, los pasos en la escalera, el apretón de manos, la bofetada, el disparo de un arma, el batazo, el auto que arranca.

A semejanza de la música, los ambientes y ruidos describen espacios (la playa, el bosque, la selva, la montaña, el cabaret, el aula) y momentos del día (el canto del gallo, los insomnes grillos): refuerzan atmósferas emocionales (puertas  rechinantes, campanadas, un ventarrón) y establecen nexos entre una escena y otra, el galope de un caballo, el tren que se aleja).

Carl Hausman [20] recomienda: “no utilice efectos de sonido sólo porque los tiene a su alcance, su uso excesivo es uno de los errores más frecuentes de los novatos... además que resultarán inapropiados y desvirtuarán el mensaje”.  

4.8 El silencio

El silencio es un tiempo en el que no se produce sonido, al menos perceptible por el oído humano. Dentro de un texto ayuda a comprender mejor determinado contenido y prepara ala público para el siguiente período de información. El silencio tiene valor no como ausencia sino como recurso sonoro con interés en sí mismo, es un mensaje cargado de significación por contraste ante el montaje de los demás recursos sonoros.

Algunos manuales de producción radiofónica incluyen al silencio entre los elementos del lenguaje sonoro, donde su empleo oportuno puede cargar de dramatismo o suspenso ciertas escenas.

Puede definirse al silencio como un efecto auditivo determinado por una disminución súbita en el nivel de intensidad sonora, siendo necesario establecer un rango mínimo de diferencia de intensidad entre la señal fuerte y el fondo sonoro que queda al desaparecer ésta.

Para que se produzca la sensación de silencio es necesario que el fondo sonoro de baja intensidad tenga una duración de al menos tres segundos.

4.8.1 Usos expresivos del efecto-silencio

Existen tres  usos expresivos fundamentales que se suelen dar al efecto-silencio en los discursos audiovisuales. Denominaremos estas tres grandes categorías como: el uso sintáctico, el uso naturalista y el uso dramático.

Uso sintáctico      Hablamos de uso sintáctico cuando el efecto-silencio  se utiliza para organizar y estructurar los contenidos audiovisuales. Es decir, cuando actúan simplemente como instrumento de separación. Este tipo de uso viene determinado por un contexto que podríamos denominar “de contenidos neutros”.  Por ejemplo, cuando el efecto-silencio se ubica al final de un texto hablado  que acaba de finalizar, detrás de una situación dramática que ha sido resuelta con un final feliz, al concluir una pieza musical completa, etc. Tras este tipo de situaciones contextuales, el valor expresivo que aporta el desencadenamiento de un efecto-silencio es el de separador, indicando con mucha claridad al oyente  que se ha llegado al final de una etapa y que, a continuación, va a comenzar algo completamente distinto que tendrá muy poca o ninguna relación con todo lo anterior.

Uso naturalista  Corresponde a aquellos efectos-silencio que se utilizan imitando estrictamente los sonidos de la realidad referencial: el sonido de pasos se elimina / efecto-silencio/, la respiración  deja de sonar / efecto-silencio/, el sonido de rodadura de los neumáticos cesa y se resuelve el ruido del motor / efecto-silencio/, etc. Cuando se sitúan más de tres segundos de fondo sonoro de baja intensidad tras este tipo de informaciones sonoras, el efecto-silencio desencadenado se descarga de un valor esencialmente descriptivo. En este tipo de situación contextual, los efectos-silencio actúan expresando informaciones objetivas muy concretas sobre la acción narrada. Siguiendo con el ejemplo anterior: mientras suenen los pasos el personaje anda, el tiempo que dejan de sonar indica que el personaje está parado; mientras escuchamos la respiración el enfermo vive, si ésta se detiene es que el enfermo ha fallecido; si escuchamos el motor y los neumáticos de un vehículo es que el automóvil está circulando, si ambos dejan de sonar es que el auto se ha detenido.

Uso dramático      Llamamos así al uso consciente del  efecto-silencio por parte del narrador para expresar algún tipo de información simbólica concreta como: fallecimiento, suspenso, vació, angustia, etc. Este uso del efecto-silencio no tiene una relación  directa con la reproducción  objetiva del paisaje sonoro de la realidad referencial. Su uso es extremadamente abierto y el tipo de carga simbólica que adquiere depende, a la vez, de la presencia de ciertas incongruencias narrativas y del tipo de información emocional que contiene el discurso que lo precede.

4.9 El montaje auditivo

Entenderemos por montaje no sólo el hecho físico, electrónico o digital de composición de un producto, sino al proceso creativo en la mente del autor que le da sentido al mensaje. En este sentido el montaje es la yuxtaposición de cada uno de los recursos sonoros para crear un nuevo sentido, es el momento que nos permite enriquecer nuestra producción para reordenar, cambiar y eliminar para corregir errores, así cada recurso deja de tener sentido por sí solo para generar en conjunto una sensación y una emoción en el espectador.

En el contexto audiovisual, la forma sonora del /ring/ de un teléfono suele ser simplemente la evocación de una fuente sonora, pero puede ser, también, una forma de explicar, por ejemplo, el estado de ánimo de un personaje. Sabemos que cierto personaje está afectado emocionalmente por un suceso del drama, pero aún no sabemos exactamente cuánto. Nuestro héroe se ha dejado caer en el sillón de una sala de estar y permanece inmóvil con la mirada fija en el suelo. Como parte de la escenografía de la sala de estar, muy cerca de él, hay un teléfono en una mesita. ¡Ahora es el momento de hacer sonar el teléfono! Introducimos el /ring/ y lo hacemos sonar una y otra vez mientras nuestro atormentado héroe sigue sin moverse ni un centímetro, ignorando por completo la posibilidad de descolgar el aparato.

Evidentemente, el /ring/ del teléfono es lo único que ha variado en la situación y, por tanto, el único elemento narrativo que explica hasta qué punto nuestro protagonista está terriblemente afectado por los hechos. Ese sonido no narra que hay un teléfono que está sonando sino la situación en la que ha quedado nuestro personaje.

Otra situación interesante en el montaje es cuando se producen sentidos muy diversos oyendo siempre la misma forma sonora.

Pensemos, por un instante, en la melodía de un piano. Según sea nuestro interés y nuestros objetivos, después de oír exactamente la misma secuencia de sonidos podemos interpretar: “él  tiene un piano en casa”, “¡él también sabe tocar el piano!”... es decir, a partir del mismo sonido se pueden construir varios sentidos radicalmente diferentes.

Como en la comunicación interpersonal o en la comunicación del hombre con su entorno, en el contexto del lenguaje audiovisual cada forma sonora es utilizable y utilizada de múltiples maneras para obtener sentido de ella. No obstante, en todos estos ejemplos usamos formas sonoras y las interpretamos dándoles un sentido.

Hasta aquí sólo hemos recurrido a ejemplos de  formas sonoras no verbales. No obstante, veremos que cuando usamos secuencias de discurso lingüístico en un contexto dramático audiovisual, es decir, sonidos a los que supuestamente se les ha asignado de manera arbitraria un sentido previo concreto, ocurre algo muy parecido.

Analicemos la siguiente situación: oímos la voz de un personaje que grita repitiendo cada vez con mayor intensidad y a mayor velocidad /correr/, /correr/, /correr/, /correr/. El grito suena desgarrado, con tono medio grave, y una textura mate y muy basta.

Igual que ocurría antes, es posible hacer varias interpretaciones. Después de haber escuchado esto aisladamente podemos interpretar: “he escuchado a una persona angustiada que quiere huir” u “oigo a un desequilibrado mental que está pasando por una crisis” o bien “estoy escuchando a un actor que interpreta una escena muy dramática”.

La información que nos permite desarrollar las producciones de sentido que hemos propuesto no era el contenido arbitrario de la palabra, sino la matización sonora con la que se está  pronunciando ésta. Evidentemente, existe una relación directa entre la forma de pronunciar y el sentido completo que asignemos a cualquier texto oral.

El receptor reestructura, matiza y recrea cada signo sonoro en función de la situación comunicativa en la que lo encuentra. Y no sólo eso, sino que cada forma sonora, es capaz de recomponer formas nuevas con contenidos nuevos de acuerdo al montaje que se le impregne.

Estamos diciendo que el receptor, el oyente, parte del dominio profundo de sus propios automatismos perceptivos y de la acumulación de una larga experiencia vital para asociar formas sonoras y sentido, para conducir activamente su propia escucha. El oyente decide activamente en cada ocasión cómo debe oír y luego interpreta lo que oye para darle sentido. Pero este sentido no tiene por qué estar en repertorios prefijados, puede ser un sentido nuevo: modificado, recompuesto, o recién descubierto.

4.9.1 Integración de los elementos sonoros: planos y secuencias

Con los distintos medios técnicos existentes, es posible crear diferentes planos sonoros, es decir, es posible crear artificialmente diversas perspectivas sonoras. En este sentido, podemos hablar de la existencia de una serie de planos sonoros, según la distancia aparente a la que se encuentra la fuente sonora respecto al oyente.

La secuencia sonora se refiere a una unidad sintagmática que posee una unidad de espacio y tiempo, y que nos permite estructurar un relato auditivo en distintas unidades o secuencias mecánicas.

Una o varias secuencias sonoras podrán formar parte de un mismo bloque, teniendo en común el ser una unidad de acción o secuencia y de escena (unidad de espacio y tiempo, más pequeña que la secuencia).

Para integrar los elementos sonoros en el montaje es preciso primero conocer los planos sonoros y su utilización:

Primer plano   El recurso sonoro denota una presencia inminente. La fuente sonora está junto a nosotros. Se emplea por lo general durante todo el tiempo de una narración o diálogos. Sin embargo, existen momentos en que la música o algún efecto sonoro ocupan un lugar sobresaliente y ocupan este sitio. Otros autores le llaman también “plano íntimo” o “primerísimo plano” para expresar su fuerza dramática.

Segundo plano     Se advierte cierta lejanía con respecto al plano anterior, pero el recurso sonoro acompaña exactamente detrás al recurso en primer plano para cubrir los espacios que éste deja vacíos.
La fuente sonora aparece con una presencia normal, situada a poca distancia del micrófono (unos dos metros).

Tercer plano    También conocido como plano de ambiente, en él por lo general  se encuentran la música y sonidos de ambiente. La fuente sonora se halla a cierta distancia de la toma de sonido y, por tanto, del oyente.

Cuarto plano    Aunque a veces pase desapercibido, es empleado para los “fondos musicales”, también suele denominársele plano de fondo. Se trata de sonidos que suenan siempre en la lejanía respecto a una fuente de sonido que oímos en primer término.

Los factores que se tienen en cuenta para establecer las diferencias de planos son la situación de la fuente sonora respecto al oyente:

a)   Las relaciones figura / fondo (cómo una fuente sonora destaca sobre otras).
b)   El tamaño y la distancia.

Pero en definitiva, todo depende de la percepción del oyente, por lo que el montaje musical merece un tratamiento especial, ya que es más que una simple mezcla de los recursos auditivos: requiere una gran habilidad en el manejo de los equipos de sonido y, sobre todo, una gran formación musical y sensibilidad por parte del montador.

En las producciones audiovisuales muchas veces el sonido llega incluso a condicionar a la propia imagen. Por ejemplo, en el corte de un plano a otro no puede efectuarse sin considerar el diálogo, si éste se interrumpe  a la mitad de una frase las imágenes de los actores se verían cortadas y se pondría en peligro de continuad a la acción.

4.9.2 ¿Cuáles son las pautas para escribir un texto auditivo?

 Las pautas básicas para escribir un texto auditivo, es decir que será leído  y registrado ante un  micrófono, que propone Isidro Moreno [21] son las siguientes:

         Sencillez en la redacción, con un lenguaje claro y fácil de comprender.
         Frases cortas, evitar el uso de oraciones subordinadas.
         Emplear un vocabulario sencillo y asequible.
         Evitar la reiteración.
         Al narrar un hecho, hay que intentar no abarcar toda la información: es preferible contar poco, pero que el discurso sea comprensible.
         Los signos de puntuación deben servir para la lectura del texto, para subrayar los detalles y matices de la lectura según el ritmo del locutor.
         Hay que leer el texto lentamente, aunque sin aburrir, enfatizando e impostando la voz, sin que se note que estás leyendo.
         Antes de redactar un texto, debes hacer una relación de los puntos de interés, ordenando según su importancia dichos elementos.
         Al  leer cifras, procurar redondearlas, así será mucho más comprensible el mensaje para el oyente.
         La regla de oro es: la primera frase debe interesar; la segunda debe informar.

4.10  El sonido en el cine
  
El cine nació como imagen en movimiento, sin sonido, pero no por ello fue mudo. El sonido se escuchaba en las salas de proyección gracias a músicos presenciales que interpretaban las canciones de acompañamiento.

Durante su desarrollo los personajes gesticulaban y emitían sonidos articulados, aunque no se oyeran. Cuando los diálogos eran muy importantes se recurría a los cartones escritos. El lenguaje escrito, a pesar de la inteligibilidad de la imagen, en ocasiones era necesario para precisar ideas o conceptos. En este sentido, se puede afirmar que el cine mudo no consistió en un cine carente de sonido, más bien, se trató de un cine silente. Treinta años más tarde se integraría la banda sonora con sonido sincrónico.

En la actualidad, el sonido es uno de los elementos más olvidado en el estudio del cine y otros medios audiovisuales y los intentos de análisis han apuntado a subordinarlo a la imagen. La banda de sonido funciona como analógica de la realidad, pero muchas veces lo hace de manera exagerada, por ejemplo, la hipérbole sonora es una constante en las películas de acción (Esto es claro cuando intentamos ver un filme sin sonido, o bien, en los momentos de fallas técnicas mientras observamos una proyección).

El sonido cinematográfico se presenta en forma de voz, música, ruidos o efectos y silencios, y suele atender a su localización en función de la imagen. La voz comparte  junto con la imagen, la responsabilidad de desarrollar el relato de manera lógica, ayuda a economizarlo y a hacerlo más comprensible. Por su parte, la música por lo regular cumple la función de anuncio y reiteración cada vez que aparece un personaje o una situación. Los ruidos y efectos principalmente son utilizados como elementos onomatopéyicos de los objetos que aparecen en la imagen. Y al silencio se le ha otorgado un valor altamente emotivo.

En forma general, también se habla de planos sonoros de acuerdo a la sensación de profundidad de los personajes u objetos en relación con el lugar del espectador. Así, es común casi no escuchar el ruido de una parvada que en la imagen se ve a lo lejos, que oírlo como si estuviera en un plano más cercano al público de la sala.

Por otra parte, el plano sonoro establece relaciones con el campo visual y así tenemos: el sonido en campo (la fuente es visible: la radio, la calle, una persona); el sonido fuera de campo (la fuente no es visible: el ruido de la regadera mientras se está en otra parte de la casa); el sonido en off (que es un sonido ajeno al campo y fuera de campo; está alejado en el tiempo y el espacio, es la voz del narrador).

En suma, el sonido cinematográfico es una amalgama que adquiere diferentes funciones e intencionalidades fácilmente localizadas desde la perspectiva de la escucha. Según Pierre Schaeffer [22] se pueden establecer tres tipos de escucha para cualquier sonido:

Escucha causal        Lo importante en ésta es identificar o reconocer el objeto, el fenómeno o el ser que produce el sonido, por lo tanto es un signo indicial, es decir, el sonido representa además de un significado al objeto que lo produce, asimismo aporta datos secundarios sobre éste en cuanto a localización, velocidad, comportamiento o desplazamiento.

Escucha semántica  Es un sonido codificado, portador de un sentido socialmente reconocido. La relación entre el objeto que produce el sonido y el significado que transporta es simbólica.

Escucha reducida        Los sonidos no sólo se identifican con su objeto o son portadores de significados, sino que también se pueden considerar como objetos de observación en sí mismo. Esta escucha especializada forma parte de una experiencia estética de los expertos.

Cuadro 19.  Escuchas, intencionalidades y funciones del sonido


Escucha

Intencionalidad

Funciones

Causal
Ambientar una escena
Descriptiva indicial, ubica la escena de la acción en términos de tiempo y espacio.

Semántica
Resaltar un fenómeno, acontecimiento o acción.
Expresiva, el sonido suscita un determinado clima emocional.

Fijar en la mente del espectador las relaciones posibles entre el sonido y la trama. 
Leitmotiv sonoro, señala la presencia en escena de un personaje o de una acción recurrente.

Reducida
Especializar la propia escucha.
Estética, identifica las formas sonoras elementales: ritmo, melodía, y armonía.

Castellanos Cerda, Vicente (2002)
Consideraciones sobre la semiótica cinematográfica. UNAM, México, (Inédito).

Para producir la escucha causal y la semántica en el espectador, es necesario referirnos a las funciones y a las intencionalidades del sonido en una película. Tanto la escucha causal como la semántica tienen por objeto sugerir atmósferas diferentes en la mente del público. La atmósfera causal ubica en tiempo y espacio una escena del filme, mientras tanto, la atmósfera semántica denota el mundo psicológico del espectador. El siguiente cuadro establece las relaciones entre escuchas, intencionalidades y funciones.

Con base en el cuadro anterior se puede presentar el siguiente diagrama que guía los diferentes tipos de escucha y nos ayuda a ubicar la creación de las distintas atmósferas.

Cuadro 20.     Árbol de la escucha cinematográfica
  
Castellanos Cerda, Vicente (2002:17)
Consideraciones sobre la semiótica cinematográfica. UNAM, México, (Inédito).

Recordemos que al crear dichas atmósferas entramos en el terreno de la generación de emociones, el sonido ayuda a transportar al auditorio a ciertas experiencias previas en su memoria, agradables y desagradables, lo que hace sumamente delicado su empleo, al tiempo que responsabiliza al emisor de aquello que intenta provocar en los receptores de su mensaje. De ahí que quién produce y realiza algún mensaje que emplee los recursos auditivos primero debe conocer a fondo lo que provocan en el público.

David Tame va más allá, en su obra “The Secret Power of the Music”, al decir que para una nación tiene mayor importancia quién escribe e interpreta sus canciones y melodías que quién sea su gobernante, pues la vibración de esa música afectará sensiblemente al  auditorio para toda su vida.



[1] Reverberación.-  efecto de repetición de los sonidos controlando a voluntad el tiempo de separación entre ellos.
[2] Direccionalidad.- Actualmente es posible controlar artificialmente el efecto de direccionalidad de los sonidos con mucha precisión mediante los sistemas de grabación y reproducción  por canales separados
[3]  Acústica.- La rama de la física que se encarga de estudiar al sonido y sus manifestaciones.
[4]  Cuerpos elásticos.- A los cuerpos que se modifican por las vibraciones de sonido y vuelven a su estado normal se les llaman cuerpos elásticos, entre ellos encontramos la tierra, el agua y el aire. En cada uno de éstos el sonido viaja a diferente velocidad. En el aire, se propaga la velocidad de 320 m/seg., en el agua a 1340 m/seg., en la tierra a 3200 m. /seg. y en el acero a 5000m/s. No se puede propagar en el vacío, pues para hacerlo lo hace por medio de longitudes de onda. Los sonidos son producidos por vibraciones de los cuerpos, por ejemplo: el violín, la guitarra y el arpa producen sonidos por medio de las vibraciones de sus cuerdas. El piano, en su interior, cuenta con cuerdas tirantes de diferentes diámetros, la flauta y la trompeta son instrumentos que, al igual que la voz humana, hacen vibrar el aire. Martínez C. Giovanni (2000:44) Videografía, introducción al lenguaje audiovisual. UNISON, México.
[5]  Estas frecuencias y amplitudes oscilan entre los 20 Hz. y los 20 KHz.
[6] Véase Shafer, R. Murray. (1979). Le paysage sonore, Poitiers, Aubin Imprimeur, Ligugé.
[7] Shaeffer, Pierre. (1988:61-66). Tratado de los objetos musicales. Alianza, Madrid.
[8] Abraham Moles: La comunicación y los mass-media. Bilbao: Mensajero, 1975.
[9] Balsebre, 1994:27
[10]  Romo, María Cristina. (1987). Introducción al conocimiento y práctica de la radio. Diana, México.
[11]  Valdez Fontes, Miguelina. (1996). Manual para la producción radiofónica. UNISON, México.
[12] Leitmotiv.- Palabra germana que significa “motivo conductor o principal” y se utiliza desde tiempos de Wagner para identificar un tema musical asociado a determinado personaje. Hoy en día se aplica, por extensión, a cualquier frase, idea o situación que se repite, incluso en trabajos de índole literario, musical, pictórico, etc.  El origen de las palabras. Ed. Muy interesante, México 1996.
Leitmotiv.- Locución latina para designar el “motivo recurrente”, como factor de reconocimiento para el espectador frecuente fundamental, de una obra, muy utilizado como tema musical en el arte cinematográfico por su tensión melódica, rítmica y armónica que tiene un gran poder de evocación en la audiencia al repetirlo, evolucionando. La misma función puede desempeñarla una imagen, una palabra o una frase. De la Mota Ortega, Ignacio (1998:280) Diccionario de la Comunicación Audiovisual. Trillas, México
[13] Cisternas Peña, Emilio (1989) La Música en los medios, en  Manual: Educación  de  la Voz y  Técnicas de  guionismo. Tepochalli, México.
[14] Leitmotiv, palabra germana que significa "motivo conductor o principal" y se  utiliza principalmente, desde tiempos de Wagner para identificar un tema musical asociado a determinado personaje.  Hoy se aplica, por extensión a cualquier frase, idea o situación que se repite y genera otras en trabajos  de índole  literaria, musical, pictórica, etcétera. EL LIBRO DEL ORIGEN DE LAS PALABRAS, Ed. Muy interesante. Méx. 1996.
[15]  Noyola Rocha, Antonio. (1998) Lectura y escritura del lenguaje sonoro, en Didáctica de los medios de comunicación. SEP, México 
[16] Brennan, Juan Arturo. (1998). Cómo acercarse a la música. CONACULTA, México
[17] Jingle.- Voz inglesa  que se utiliza para referirse a la tonada o canción creada ex profeso para acompañar un anuncio, con el fin de facilitar el recuerdo de un mensaje.
[18] Cover.- Voz inglesa, contracción de cross over, versionar o hacer una versión de... Se emplea en el ambiente musical para referirse a los cambios de letra o de ritmo de la versión original.
[19]  Balsebre, A. (1994:125) El lenguaje radiofónico. Cátedra, Madrid.
[20]  Asuman, Carl,  y otros  (2001:211), Cómo obtener un efecto, en Producción en la Radio Moderna. Thomson, México.
[21]  Moreno, Isidro. (1997)La radio en el aula. Posibilidades para comunicar de forma creativa. Barcelona: Ediciones Octaedro.
[22]  Schaeffer, Pierre. (1988) Tratado de los objetos musicales. Alianza, Madrid.